La psicóloga Tanya Chartrand de la Universidad de Duke ha dirigido un estdio para averiguar porqué insistir repetidamente hasta el punto de ser pesado y agobiante con otra persona no funciona. Empezó el estudio porque no podía conseguir que su marido hiciese lo que ella quería:
«Ten cuidado con lo que pides porque puedes obtener justo lo contrario. Este estudio demuestra que si un padre insiste a su hijo para que limpie la habitación probablemente éste se reafirmará en su postura y acabará viviendo en una pocilga en contra de su padre»
«Lo mismo ocurre con un cónyuge o con una persona con lazos afectivos. Y cuanto más controladora sea una pesona, más facilmente conseguirá que la ptra persona se cierre en banda y haga lo contrario a lo requerido.»
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