Actualmente, el consumo moderado de cafeína está considerado saludable. Tanto el café como el té contienen antioxidantes que eliminan los radicales libres del cuerpo que dañan las células. El consumo de café en mujeres puede disminuir el riesgo de demencia y reducir el daño de la algunas enfermedades del hígado.
Un estudio reciente de la Universidad de Stanford ha descubierto que entre ciertos adultos, la cafeína puede bloquear la inflamación crónica que lleva a las enfermedades del corazón.
La inflamación crónica está ligada a enfermedades del corazón, Alzheimer, demencia, osteoartritis, algunos tipos de cáncer y depresión. Más del 90% de todas las enfermedades no contagiosas asociadas a la edad tienen que ver con la inflamación crónica.
Pero este mecanismo inflamatorio no está presente en todas las personas. Y hay una tendencia por la que quienes tienen un desarrollo menor de esta enfermedad tienden a consumir cantidades más altas de cafeína.
Existen sustancias que se acumulan en el organismo por el día a día que causa inflamación y presión sanguínea alta. El consumo regular de cafeína inhibe estas sustancias con el tiempo.
Sin embargo, estos estudios no han podido probar la causa por la que la cafeína produce estos efectos y la relación de la cafeína con la longevidad, se trata de una simple aunque fuerte correlación.